miércoles, 18 de junio de 2014

Lo demás es ganancia (gracias Gringo)

Quisiera no dejar pasar las 3000 vistas a mi blog sin recordar como terminé creándolo y que ha implicado.

Siempre pensé en tener un blog pero ¿qué iba a escribir? ¿lo iba a leer alguien? ¿sería un fracaso?
Recuerdo que por mucho tiempo me hice esas preguntas y al final llegaba a la conclusión de que probablemente no sería muy exitoso.

Sin embargo, un día me encontré en FB con una entrada de mi estimado amigo "Gringo" a quien en realidad en ese momento tenía poco de conocer pero con quien había pasado experiencias muy simpáticas, gratas y anecdóticas (Maná, Vara Blanca, la guitarra y el paintball nocturno). Era del blog que él mantenía, donde no solo escribía sus cosas sino que compartía otras interesantes.

Esto me llevó a comentarle que yo siempre había querido también tener un blog pero que creía que nadie lo leería, no olvido sus palabras: "uno escribe primero para uno mismo, cualquier otra persona, aunque sea una que lo lea, ya es ganancia".

Dicho y hecho, a los pocos días ya tenía mi primer entrada en la que hablaba sobre el tema que más me apasiona: viajar. Fue un desahogo, fue increíble saber que podía contar un poco como me sentía y podía expresarme a mi misma cosas que me eran importantes.

Durante momentos críticos me ha acompañado, me ha permitido compartir, con personas al azar y personas cercanas, imágenes, palabras o sonidos que me emocionan aunque no sean de mi autoría, es un álbum de sensaciones justo el nombre con que bauticé mi blog.

No se me olvida que ambos estábamos lejos de Costa Rica en esos momentos, cada uno con sus loqueras, cada uno con sus dudas, pero mi muy querido amigo me abrió una puerta a un mundo que silencioso se convierte en grata reflexión.

Cuando veo los lugares de donde leen mis entradas y aquellas más leídas me pongo feliz, así sean 3000 muy poquitas en comparación con grandes bloggeros, porque al final lo escribo para mi y el resto es ganancia :)

¡Gracias! Ah... Y todavía me debés la apuesta.

PD: Vos siempre tenés buenas recomendaciones




martes, 17 de junio de 2014

¿Y las palabras?

Siempre consideré ser buena para eso de las palabras, para expresar lo que pienso... Aún cuando parezca que no tiene sentido. Creí que lo rápido que cambian las cosas, las muy dolorosas despedidas de otras vidas y la sensación de estar en "todo pero en nada" me habían enseñado una dinámica de vida donde sabía que si no decía las cosas en el momento que las sentía lo efímero del tiempo las desvanecería... Era lo único que iba a quedar cuando me fuera, cuando todo (de nuevo) cambiara y no podía simplemente despreciar el valor que esas palabras podían tener.

Escribir era una de las mejores herramientas con las que contaba... Creía no hacerlo tan mal, a veces hasta ligeros intentos de poesía. Ahora lo que veo es un Jenga mal acomodado. Ahora escribo más preguntas y dudas que respuestas o frases ingeniosas.

Es como si me hubiera quedado sin mi espada y tratase de defenderme de manera torpe con las manos. 

Las palabras, que tanto valoro de un plumazo se volvieron insuficientes... Ahí, ahí siento que quedo desarmada.

No sé cómo enfrentarlo ¿será que necesito palabras de permanencia y no de despedida? Tal vez debo dejar el aire nostálgico y reencontrar la sinceridad de las frases sencillas... Creo que las estoy pensando demasiado... Demasiado...

Pero bueno, tal vez me engañaba o tal vez ahora me freno... O al revés... 

Sólo espero reencontrarlas porque como decía Fito "las palabras sé las lleva el viento pero yo las necesito, somos como dos viejos amantes"

Pero no seré pesimista, creo que la cantidad de experiencias y sensaciones me han enseñado que aunque sea de manera confusa e insegura debo sacar del pecho y la mente lo que pienso.

Puede que por ahora no se vea articulado pero las seguiré atesorando y aprovechando.