Un lugar nunca antes visto y aun así capaz de recordarte tanto. Eso fue lo primero que pasó por mi mente al encontrarme de nuevo a más de 1000 mts de altura ... en los Alpes Suizos.
En ese momento experimenté una de las sensaciones más bizarras, y al mismo tiempo agradables que me han tocado en mi corta vida.
Después de semanas llenas de actividades, donde el tiempo que queda para respirar y reflexionar se reduce muchas veces a un vagón de algún tren, donde el ritmo de tus acciones es dictado por la próxima
cita o presentación; después de semanas intensas y a veces incongruentes, este viaje a tierras suizas fue en definitiva un giro de 180º.
No estoy diciendo que las semanas pasadas fueran insoportables, al contrario, cada una de esas semanas hice cosas que me encantan, aprendí muchas cosas nuevas y me hicieron sentir que estoy haciendo bien
mi trabajo. Pero el sentimiento abrumador que me envolvió, al estar en un punto que gozaba de una vista increíble, y al saber que mi tiempo estaba siendo dictado solo por mis pulsaciones, experimenté una
mezcla de recuerdos y sueños divididos por una línea muy delgada... Recuerdos, nostalgia, deseo...
imágenes y experiencias que estaban muy guardadas en mi interior, las cuales, no sabía, me hacían falta.
Una cacheteada capaz de devolverte a tus raíces... tan conocido todo...
¡Y sin embargo tan diferente!
Una pincelada de un mundo que hasta ese momento me era ajeno, montañas como solo las conocía en películas, sonidos y olores que no sabía que existían... pero que fueron capaces de trasladarme a un estado
de paz y satisfacción que mi cuerpo y mente requerían... No puedo describir el como me sentí... perdida ante tal espectáculo y al mismo tiempo abrazada por destellos de experiencias ya vividas...
Cuando me monté al avión e inicie mi viaje no sabía que iba a tener la oportunidad de experimentar la nostalgia y la emoción de ver cosas nuevas al mismo tiempo...
Gracias a los Alpes, gracias a la Suiza y gracias a quien me llevo ahi :)
En ese momento experimenté una de las sensaciones más bizarras, y al mismo tiempo agradables que me han tocado en mi corta vida.
Después de semanas llenas de actividades, donde el tiempo que queda para respirar y reflexionar se reduce muchas veces a un vagón de algún tren, donde el ritmo de tus acciones es dictado por la próxima
cita o presentación; después de semanas intensas y a veces incongruentes, este viaje a tierras suizas fue en definitiva un giro de 180º.
No estoy diciendo que las semanas pasadas fueran insoportables, al contrario, cada una de esas semanas hice cosas que me encantan, aprendí muchas cosas nuevas y me hicieron sentir que estoy haciendo bien
mi trabajo. Pero el sentimiento abrumador que me envolvió, al estar en un punto que gozaba de una vista increíble, y al saber que mi tiempo estaba siendo dictado solo por mis pulsaciones, experimenté una
mezcla de recuerdos y sueños divididos por una línea muy delgada... Recuerdos, nostalgia, deseo...
imágenes y experiencias que estaban muy guardadas en mi interior, las cuales, no sabía, me hacían falta.
Una cacheteada capaz de devolverte a tus raíces... tan conocido todo...
¡Y sin embargo tan diferente!
Una pincelada de un mundo que hasta ese momento me era ajeno, montañas como solo las conocía en películas, sonidos y olores que no sabía que existían... pero que fueron capaces de trasladarme a un estado
de paz y satisfacción que mi cuerpo y mente requerían... No puedo describir el como me sentí... perdida ante tal espectáculo y al mismo tiempo abrazada por destellos de experiencias ya vividas...
Cuando me monté al avión e inicie mi viaje no sabía que iba a tener la oportunidad de experimentar la nostalgia y la emoción de ver cosas nuevas al mismo tiempo...
Gracias a los Alpes, gracias a la Suiza y gracias a quien me llevo ahi :)
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